miércoles, 27 de febrero de 2013

Anhedonia

Escondido se encuentra cada sentimiento, cada emoción, refugiados tras la gran muralla ofuscadora a la cual llamamos sonrisa, que no es nada mas que un buen camuflaje o una esplendida puesta en escena llevada a cabo diariamente, en la cual los receptores califican la actuación como naturalidad y viceversa gracias a los auto obligados méritos de cada quien, de esta forma se entra en una competencia interminable, y en ella se coronará como ganador al que más se esmere en adornar su camuflaje o más teatralidad logre en sus actos. En cualquiera de los casos, si llegase a faltar algún punto que abordar en sus puestas en escena, o han de carecer de realidad interpretativamente hablando, como auto castigo, las personas son atacadas por sus demonios personales, esos que esperan tal error, el error más mínimo para presentarse y situar al "actor" en el lugar más horrible dentro de su propia mente, ese lugar maldito que hará de él, para desgracia propia, un dramaturgo. Un dramaturgo que se encargará de escribir interiormente el peor guion nunca escrito y llevar a cabo la peor obra dramática jamás vista, la cual tan solo permanecerá y será presenciada por él en el silencio de su orgullo y su dolor.

1 comentario:

  1. Más allá de ser actor o dramaturgo, lo importante en la vida es saber articular una sonrisa que sea congruente con tu verdadera esencia y que por lo tanto, muestre solo tu realidad. Es decir, si estás verdaderamente contento, reflejarlo al exterior. Sin embargo, es sumamente interesante ver como algunos podemos lograr tener un universo interior tan grande como el tiempo que pasamos mostrándonos fuertes al exterior.
    Saludos Luki <3

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