miércoles, 27 de febrero de 2013

Anhedonia

Escondido se encuentra cada sentimiento, cada emoción, refugiados tras la gran muralla ofuscadora a la cual llamamos sonrisa, que no es nada mas que un buen camuflaje o una esplendida puesta en escena llevada a cabo diariamente, en la cual los receptores califican la actuación como naturalidad y viceversa gracias a los auto obligados méritos de cada quien, de esta forma se entra en una competencia interminable, y en ella se coronará como ganador al que más se esmere en adornar su camuflaje o más teatralidad logre en sus actos. En cualquiera de los casos, si llegase a faltar algún punto que abordar en sus puestas en escena, o han de carecer de realidad interpretativamente hablando, como auto castigo, las personas son atacadas por sus demonios personales, esos que esperan tal error, el error más mínimo para presentarse y situar al "actor" en el lugar más horrible dentro de su propia mente, ese lugar maldito que hará de él, para desgracia propia, un dramaturgo. Un dramaturgo que se encargará de escribir interiormente el peor guion nunca escrito y llevar a cabo la peor obra dramática jamás vista, la cual tan solo permanecerá y será presenciada por él en el silencio de su orgullo y su dolor.

lunes, 18 de febrero de 2013

Inexistencia



Caminamos vacíos todos
como entes sin vida
miramos el día a día sin emoción
con miedo en el corazón

Cada vez que algo bueno nos acontece
creemos que la vida se ha dado vuelta
buscamos encontrar el porqué
sin disfrutar la simpleza
de cada pieza de vida recibida

Damos importancia a hechos
cuando no la merecen
y los más importantes
los dejamos ir en un suspiro mal vivido

¿Crees traer la realidad en tu mirada?
¿Crees poseer la verdad en tus ojos?

viernes, 2 de marzo de 2012

Clavada en mi alma

Y una vez más me encuentro frente a ti, me miras con la misma sonrisa, esa sonrisa que hace que todo el mundo se detenga a tu alrededor, pero de la forma más fría existente te das vuelta y comienzas a caminar, ¿Por qué te vas? Te miro alejarte pero me pierdo en ti, porque no existe nada más lindo que tú para perder la razón. Me quedo mirando como estúpido tu hermoso cabello rebotar al son de tus pasos, puedo sentir el exquisito olor de él con solo mirarlo, imaginarme acariciándolo es como encontrar el mejor oasis del mundo, abrazarte es como estar en nirvana. ¿Pero por qué?, ¿Cuando llegaste tan lejos?, ¿Por qué escapas de mi? Me pongo a correr desesperadamente en busca de tu maravilloso ser, pero no obtengo respuesta, sigues alejándote, pones en peligro mi precaria existencia, todo lo que construí para los dos, ¿No vale nada ahora?, ¿No valgo nada ahora?, pero solo tu hermosa sonrisa es mi respuesta, me pongo a correr otra vez, esta vez sí, creo que por fin lo lograré, estoy cerca, muy cerca, puedo ver mi reflejo en tus ojos, pero… No, no soy yo, al que miras no es a mí, me detengo para analizar bien el reflejo y… ¡Si soy yo!, pero no recordaba que mi mirada fuera tan miserable y mi rostro tuviera un aspecto tan débil. Alejo mi mirada para volver a ti, pero en ese momento, ya no estás, estoy solo en el vacío que has dejado, mirándome en un espejo que refleja el vacío de mi alma y la herida incurable que quedó en mi mente y en mi corazón.

jueves, 1 de marzo de 2012

"El Circo de la Corrección"

Mark se encontraba en una situación frustrante, su madre y su abuela querían llevarlo a él y a sus dos pequeños hermanos a un circo en el centro de la ciudad. Mark odiaba los circos y se negaba a participar de aquel paseo, pero sus hermanitos le pidieron por favor que fuera, y frente a sus caras de pena Mark accedió a ir a dicho circo.
Media hora después llegaron a un lugar sombrío y hasta tal vez un poco lúgubre, el cual tenía por nombre “El Circo de la Corrección”. A Mark le pareció recordar algo con el nombre, pero su madre y su abuela los apresuraron para bajar del auto y no tubo mucho tiempo para pensar en ello. Al entrar vio muchas filas de niños alineados, separados por portes y edades, en ese momento comprendió la conversación que había escuchado hace unos días al bajar en la noche a buscar un vaso de leche a la cocina, esta conversación fue así:
-Los niños están fuera de control, hoy en la mañana cortaron todas mis rozas del jardín ¿Qué pretenden? – dijo la abuela -.
-Seguramente estarían jugando–dijo la madre en tono tranquilizante -.
-Basta de tapar sus travesuras, sabes que necesitan corrección y sabes cual es el lugar perfecto para ello – gritó la abuela a la madre–.

En ese justo momento uno de los escalones crujió al contacto con el pie de Mark, y la abuela y su madre guardaron silencio. Mark retrocedió con mucho cuidado y consiguió con éxito volver a su cama. Mark no pensó que su madre toleraría algo como eso y tampoco se imaginaba que existiera algo como lo que sus ojos veían en ese instante, era realmente escalofriante observar aquellas filas de niños, pero algo más escalofriante se aproximaba.

-Señoras, muy buenas tardes– dijo un hombre alto el cual llevaba una particular vestimenta negra que parecía representativa de alguna marca que en ese momento Mark no podía recordar.
-Hemos venido a dejar a nuestros tres retoños- dijo la abuela muy cariñosamente.-Muy bien, desde aquí yo me haré cargo- el gran hombre sonrío a los hermanitos los cuales los siguieron sin pensarlo.
-No estoy seguro de esto- dijo Mark a su madre-.-Mark, te divertirás te lo aseguro- dijo la madre poniendo cara de castigo inmediato si se negaba a ir con el gran hombre-.

Mark caminó obligado detrás de sus pequeños hermanos, los cuales iban tomados de las manos del gran hombre el cual los dirigió a la habitación contigua. En ese momento Mark comprendió en lo que se había metido al escuchar gritos provenientes de la habitación nombrada como “Nueva Vida”. Al atravesar la puerta, Mark intentaba observar minuciosamente todos los lugares para poder alejarse de ahí en el momento indicado, pero cuando se dio cuenta de que la habitación estaba vacía y solo vio que habían algunas bancas y otras mesas en los alrededores, se tranquilizó un poco. También pudo observar algunas cajas amontonadas en un rincón de la habitación y en el centro una mesa pequeña con una vieja radio sobre ella, la cual reproducía unos gritos realmente escalofriantes. El gran hombre se alejó hacia la siguiente puerta y la abrió, en un segundo se comenzó a llenar la pieza de niños llorando, algunos se desvanecían al entrar y muchos se desesperaban, como si hubieran estado encerrados. Esta situación hizo que Mark entrara en pánico y se ocultara bajo las cajas que estaban amontonadas en el rincón, lo que para su suerte, el gran hombre no notó, y solamente tomó a los dos hermanitos y los hizo pasar a la otra habitación, la cual llevaba por nombre “El Silencio”. Ahora solo le quedaba esperar ahí a que ocurriera un milagro y lograra escapar de ese aterrador lugar.
Después de unos diez minutos los niños ya estaban un poco más serenos, los que estaban desmayados se habían puesto de pie y otros se encontraban sentados en el suelo apoyados contra la pared al momento en el que por la puerta de la habitación principal, entró un hombre de mediana estatura y un poco gordo, con vestiduras manchadas por una sustancia parecida a la grasa de auto. El hombre cerró la puerta de un golpe haciendo que todos guardaran silencio y lo observaran fijamente con terror, él les dijo:
Sean bienvenidos a la nueva vida, una vida de obediencia y buenas costumbres, no quiero que nadie hable si es que no se le es pedido que lo haga, no quiero que nadie se mueva si yo no se los ordeno y no quiero que nadie ría si es que yo no ordeno que rían, mi nombre es corrección y mi apellido es frialdad, creo que con estas dos palabras podrán entender a lo que me refiero.

Los niños lo miraban con cara de miedo y esperaban para poder reaccionar a las ordenes de aquel hombre gordo, y este les dijo:
Quiero que formen filas, que se separen por edades y se ordenen por portes.”
Mark no podría creer lo que veía, miraba de espalda al hombre dando la orden a los niños que se formaran en diferentes puntos de la habitación. Habían niños de siete a catorce años, Mark tenía dieciséis. Cuando Mark estaba pensando en que les haría el hombre gordo, se abrió la puerta principal, Mark vio entrar una mesa de metal con ruedas con muchos artefactos los que a la distancia no era capaz de reconocer, sintió escalofríos e intentó no hacer ruido. El hombre que traía los artefactos era delgado y del mismo porte que el gordo. Al momento en que se pararon los dos a observar las filas, se miraron con una sonrisa complacida, Mark casi podía ver lo que planeaban.
Minutos después el gordo tomó la radio de el centro de la habitación y saca de uno de los bolsillos de su vestimenta una cinta, la coloca y la reproduce, esta recita:
Con estos sencillos 100 pasos su hijo nunca más le desobedecerá, comprenda que la perdida puede ser necesaria si es que su hijo tiene una incontrolable mala conducta, se le recuerda que en todo momento debe seguir los pasos de acuerdo a esta grabación, no variar, ni temer a las consecuencias de la acción que pida esta cinta, se agradece discreción en cuanto al control de el material de esta cinta, se recuerda que fue hecha solo para el uso particular e industrial, si llega a ser encontrada en el comercio común no dude en que lo encontraremos a usted y a toda su familia y serán reprendidos con la cinta familiar que viene incluida en el pack. 
A continuación comenzaremos con los pasos.”
El hombre gordo retrocedió hacia la mesa de metal y tomó un bisturí, pocos segundos después la radio recitó:
Debe tener todas las herramientas de trabajo acordadas en el manual el cual debió ser previamente leído para que no existan equivocaciones en el proceso de reformación de sus hijosPaso numero uno: tome un bisturí y haga un corte el brazo derecho de su hijo a la altura del hombro.”

En ese momento la pieza estalló en gritos y niños corriendo por todas partes, el hombre gordo caminó hasta la radio, y la dejó en pausa, los dos hombres se dispusieron a atrapar a todos los niños.Cinco minutos después estaban todos atados de brazos y pies, ordenados por edades y estatura. Mark escuchaba los gritos de los niños cuando el bisturí pasaba por sus brazos, pero nada podía hacer, solo le quedaba esperar hasta tal vez cuando cayera la noche y pudiera salir sin que nadie lo viera.La cinta siguió recitando:Paso numero dos: tome de la mesa el abre latas que previamente debió ser afilado y páselo por el ombligo de su hijo, hágalo dos veces una vertical y una horizontal.”

Mark podía escuchar los gritos de desesperación de los pequeños y los más grandes intentando resistir el primer corte, pero al segundo gritaban más fuerte que los pequeños.

Paso numero tres: recuerde que para algunos pasos se necesitaba tener un cable alargador para la corriente por los artefactos que precisaran de electricidad para funcionar. Tome la galletera y corte el dedo pequeño del pie de su hijo.”

Mark observó como los dos hombres se acercaron a la pared que estaba mas lejos de él y pensó: “Cuando el segundo hombre entro a la habitación no cerró la puerta con llave, eso me deja la posibilidad de salir de aquí con vida, trataré de salir rápido cuando lleven al primer niño.”

Los hombres se maldecían entre sí por haber olvidado el alargador, tomaron al primer niño y lo acercaron a la pared, este gritaba desgarradoramente, el más delgado lo tomó con fuerza y el gordo echó a andar la galletera.

-Este es mi momento- Mark pensó.
Corrió hacia la puerta con la mayor velocidad que pudo, tomó la manilla de esta, pero estaba dura, no hacía movimiento alguno, sintió que su vida terminaría, se dio la vuelta y vio que ambos hombres venían hacia él caminando lentamente con cara de satisfacción, cuando estuvieron demasiado cerca como para tomarlo Mark cerró los ojos y sintió que caía en un vacío interminable, horrorizado, gritó con todas sus fuerzas y al segundo después sintió que su cuerpo rebotaba, estaba sobre su cama, Mark había sufrido la peor pesadilla que jamás tendría en su vida.



Agradecimientos a Natalia Victoria por edición y a Viviana por ser tan buena soñadora.